¿Imaginas a 16 mil bebés en un mismo lugar en el que eran resguardados para luego repoblar el mundo?
Esto sucedió en la Alemania nazi, donde miles de niños nacieron bajo el manto de la organización Lebensborn; una institución supervisada por el líder de la SS, Heinrich Himmler. Los nazis los criaban bajo su ideología para que se convirtieran en los líderes del mundo una vez terminada la guerra y la victoria alemana asegurada.
Los nazis, preocupados ante la falta de niños arios en el mundo, fundaron este programa para nutrir la demanda. Mientras tuvieran el cabello más rubio y ojos verdes o azules más intensos, los niños se convertían en una adquisición exquisita.
Este lugar fue amueblado con los objetos que los soldados nazis habían robado de los judíos desplazados. Muchas novias de soldados que estaban embarazadas eran recluidas en el lugar, recibían alimento y estaban muy bien cuidadas, bajo la protección de enfermeras y doctores.
Cuando las mujeres de los soldados no fueron suficientes para tener bebés, comenzaron a robar a los niños con ojos más claros que encontraban; muchos de ellos huérfanos. En los países ocupados como Polonia, Checoslovaquia, Ucrania y Francia, hubo desapariciones de 200 mil niños que se piensa fueron secuestrados por los nazis. Si pasaban la prueba, los enviaban a familias alemanas con certificados de nacimiento falsos.
Algunos otros eran enviados por sus padres para tenerlos alejados de las cámaras de gas y de la guerra, y unos más, los más desdichados, eran retirados del cuidado de sus padres a la fuerza.
Cuando llegaban al centro de crianza, bastaba un vistazo para saber si eran aptos de pertenecer al programa; los que no, eran enviados a los campos de concentración y más tarde a los de exterminio.
Sin embargo, aquellos que lograban pasar la prueba visual eran conservados en el centro o simplemente los daban en adopción a poderosas familias alemanas que no pudieran tener bebés.
Lebensborn significa “fuente de vida” y se creó en Munich, Alemania en 1935, después se expandió a los países ocupados en el norte y el oeste de Europa durante el conflicto bélico.
Todo comenzó en 1868, cuando las teorías de Darwin fueron difundidas ampliamente en los estados germánicos, en especial en Prusia, región que tenía fuertes conflictos eclesiásticos y una aceptación por el pensamiento socialista.
Algunos aseguran que las ideas de Darwin fueron un impulso vital para la ideología nazi, que se basaba en el darwinismo social. Con las ideas de Darwin, se elegía a las mujeres más aptas física e intelectualmente para ser las que procrearan a la raza suprema. Se pensaba que sus descendientes estarían depurados de los problemas genéticos que aquejaban a los no superiores.
Los preceptos que Himmler escribió para todos los que estaban dentro del programa eran los siguientes:
1.- Ayuda a familias racial y biológica-hereditariamente valiosas.
2.- El alojamiento de madres racial y biológico-hereditariamente valiosas en casas apropiadas, etc.
3.- Asistencia a los niños de tales familias.
4.- Asistencia a las madres.
En 1939, la organización Lebensborn tenía 8 mil miembros, 3500 eran líderes de la SS y su membresía era obligatoria.
Sin embargo, aunque parezca descabellado, el programa también buscaba ayudar a madres solteras. Se esparció tanto el ímpetu alemán por tener la nueva raza pura que en 1941 hicieron un nuevo centro en Noruega y más tarde en Polonia.
A pesar de creer fielmente en su programa, los niños que nacieron no mostraban tener ningún talento extraordinario ni ser inmunes a enfermedades o malformaciones cerebrales o corporales.
Después de la guerra, estos niños sufrieron tal vez más que cualquier otra persona, pues, aquellos médicos y personal de la SS que buscaban protegerlos, huyeron despavoridamente para refugiarse en lugares recónditos. Esos niños que permanecían en los centros Lebensborn tuvieron que sobrevivir a la falta de atención de las autoridades.
Muchos niños que se encontraban en ese programa desaparecieron, otros se reunieron tiempo después para disipar las dudas, pero la moneda continúa en el aire después de más de 70 años
¿Eran los nazis tan malos como pensamos o simplemente buscaban expandir su territorio como Alejandro Magno o Napoleón Bonaparte?
Lo cierto es que, aunque su causa ahora sea repudiada por muchos, los nazis tenían una ideología sumamente efectiva, pues eran capaces de lograr la entrega y recepción de niños para que fueran criado bajo la identidad aria perfecta, misma que dictaminaba quién tenía derecho de vivir.
Fuente culturacolectiva.com