Cuando Abraham salió de Ur, el no era judío, sus descendientes se convertirían en esa nación. Era canaanita. Los canaanitas tenían muchos dioses, entre ellos un dios llamado EL, que era el Rey o Padre de los muchos dioses canaanitas, que en árabe es Allah, que originalmente también era el padre de los dioses árabes en Mekkah.

En realidad, el Dios que eligió a Abraham como profeta y padre de un nuevo pueblo fue este dios El, uno de muchos, por lo que la misma Biblia en el Antiguo Testamento reconoce otros dioses aunque prohíbe su culto entre los hijos de Abraham. De ahí que los nombres judíos que hacen referencia a Adonai (Señor) terminen en -el, como Rafa-El, Gabri-El, Mika-El, etc. Este El, que se traduce como Señor o Dios, es el nombre propio del Padre de los Dioses y Hombres canaanita.

Pues resulta que El tenía esposa. La Biblia dice que en el principio el Espíritu de Dios ondeaba sobre las aguas primales. La Diosa canaanita de la aguas primales se llamaba Asherah, y esta era considerada la esposa de El. La imagen de Dios sobre las aguas aguas parece entonces un acto de copulación que originó toda la creación, y es en realidad ésto lo que ocurrió en el mito canaanita original, sobre el cual se basa el mito de la creación judío.

Los creadores originales fueron El y Ashera, el Dios Padre y la Diosa Madre. Y recuerden, también, que la vida en este planeta se originó en las aguas del oceano, dicen los científicos, y que el feto se forma en el vientre, donde nada en las aguas que hay dentro del vientre de su madre. Cuando Jesús se bautizó y ordenó la iniciación que conocemos hoy como bautismo, se supone que era un ‘renacimiento en el Espíritu’, o ‘renacimiento en el agua’.

Es posible que por eso la Biblia dice que al principio los Elohim crearon el cielo y la Tierra, en plural, refiriéndose a las dos personas divinas. Y en Génesis dice ‘los HAREMOS a nuestra imagen, HOMBRE Y MUJER los creó’.

A pesar de que el judaísmo es patriarcal y niega la existencia de otras personas divinas, como el Espíritu Santo, en el Antiguo Testamento se hace referencia a un personaje, o si prefieren una metáfora femenina de Dios, llamada Sabiduría. En el Antiguo Test. ella misma habla en primera persona *femenino* y dice que existió desde el principio, antes de la creación.

Sabiduría, en el Antiguo Testamento, es la misma Asherah, aunque completamente subordinada a El, pero su existencia no se niega, ni su rol en la creación tampoco! Creo que se le menciona en Proverbios, hay un libro llamado Sabiduría que algunas Biblias contienen y otras omiten!!! Y algunas teólogas modernas han dicho que el Cantar de los Cantares se refiere a ella también.

Sabemos que Sabiduria es la misma Ashera porque en Proverbios cap. 8, Sofía dice que existió desde antes de la creación, lo que significa que es no creada y eterna. Y el mito de la creación de Génesis no la menciona como Sofía, pero si menciona que al principio eran las aguas (que están asociadas a la Ashera).

También sabemos de la identidad entre el Espíritu Santo y la Ashera por un detalle muy intrigante: el símbolo sagrado de la diosa antigua de los canaanitas y fenicios era LA PALOMA. Cuando recibe Jesús al Espíritu en su bautismo, es en forma de una PALOMA, que era una señal conocida para las personas en aquellos lares en aquellos tiempos como símbolo de la Diosa. En la Biblia también se menciona que las mujeres judías desobedecían a los profetas adorando Ashera, o Ashteroth. También se le llamaba Astarte o Ishtar, pero era la misma diosa, tenía idénticos atributos a pesar de ser adorada en distintas ciudades.

Ashtar es el Árbol de la Vida, tanto en el misticismo cabalístico como en la religión de los fenicios y otros vecinos de los judios antiguos. En cuanto al bautismo, las referencias de Jesús a la Ruach o el “Espíritu Santo” en el sentido de que hay que renacer en la Ruach o Espíritu, tiene paralelos o ecos con los misterios griegos que eran celebrados en Eleusis y otros. Básicamente, el ser humano nace una vez de su madre física, pero hay que volver a nacer como hijo de la Madre Espiritual, como hijo de la Divinidad, para poder darnos cuenta de que somos hechos a su imagen, inmortales e independientes de la existencia física.

Este renacer en nuestras conciencias como hijos de la Divinidad nos ayuda a obtener la cualidad de desprendimiento que Jesús esperaba de sus iniciados. Los misterios griegos proveían el mismo ‘insight’ o entendimiento a través de sacramentos parecidos al bautismo y la eucaristía. La razón por la cual Jesús permitió que los gentiles le siguieran, junto a los judíos, fue porque los griegos estaban familiarizados con el tipo de religiosidad que el enseñaba que tenía poco de judaísmo tradicional y mucho de Gnosis y misterios griegos

Sabiduría se llama Sofía en idioma Griego, la diosa de los filósofos, que es un personaje importantísimo en muchos escritos cristianos antiguos y en el Gnosticismo, y se le llama Hokmah en lengua hebrea, que es un personaje importante en el misticismo hebreo o Kábala.

Luego, cuando los judíos salieron exiliados de Jerusalem, ella los acompañó y se convirtió en la Shekinah (la manifestación de la divina ‘PRESENCIA’ de Dios) en la tradición midráshica, que es la tradición de cuentos y leyendas que se desarrolló en el exilio. Esta divina persona o manifestación, usualmente representada como una nube de gloria, nace de los versos bíblicos en los cuales Dios da la orden de que se construya un arca de la alianza, en hebreo ‘para que mi shekinah habite entre ustedes’, o para que mi presencia habite entre ustedes. La Shekhinah también tiene un lugar en la tradición kabalística.

Luego, en el Cristianismo desde muy temprano se habla del Espíritu Santo, una persona divina que Jesús llamó ruach , en hebreo o arameo. La palabra aramea ruach, implica aliento y es una palabra FEMENINA. En otras palabras, es como si en español en lugar de ‘el espíritu, el alma’ , dijéramos ‘la espíritu, la alma, la fantasma’. La traducción LATINA de ruach se dio como ’spiritus’ que es una palabra masculina, y el género del Espíritu Santo cambió, se convirtió en una persona divina asexual, o masculina, pero NO femenina, gracias a la traducción latina de ruach. Miren como evoluciona la ***idea original de Jesús*** de una Divina Diosa/Alma que otorga in-spiración (in-spirar, o sea recibir aliento, significa también recibir ideas creativas divinas en el misticismo asociado con esta persona divina).

El Espíritu Santo es la Diosa cristiana, que realiza su trabajo entre los mortales como la Shekinah lo hace entre los judíos en el exilio, alimentando su fe de retornar a Sion. En el Antiguo Testamento ella, llamándose a si misma Sabiduría, dice que inspira a los hombres a vivir vidas rectas y los lleva al Padre, o sea que es como una mediadora entre los mortales y el principio paterno divino. Vemos en Shekinah, Ruach, y Sofía el mismo rol, varios nombres.

Ahora vamos a lo mas controversial: el rol de la iglesia, que inconsciente o conscientemente esconde los ‘misterios’ divinos de la gente. Puede ser que la iglesia original no tuvo la intención de esconder la maternidad del Alma Santa o Espíritu Santo, pero el idioma latín irreversiblemente lo hizo, lo cual es lamentable. Pero lo que sí me llama la atención es la idea moderna de la Trinidad y lo que la jerarquía católica quiere hacer con ello.

Hace algún tiempo leí unos libros de Enrique Larrañaga. Enrique dice que el misterio de la Trinidad involucra un acto creador de PADRE con el HIJO, que da a lugar al ESPIRITU SANTO, en lugar del Padre y el Espíritu Santo dar lugar al Hijo, que sería lo lógico porque el hijo necesariamente ha de proceder del padre, que por definición es su progenitor. Me parece errado, e ilógico, y me parece que Enrique Larrañaga, al igual que la mayoría del clero católico, tiene asuntos o issues homoeróticos que debería quizá trabajar fuera del ámbito de la teología, me parece que está proyectando su homoeroticismo sobre la Divinidad.

Al igual, manteniendo efectivamente a la Divina Madre sumisa al Padre y al hijo, atribuyeron a María, la madre de Jesús, todos los atributos de la Sabiduría, y le atribuyeron la divina maternidad. Es ella, no Sofía, la Madre del mundo, la Madre celestial, la Magna Mater. La asexualizaron y la hicieron Virgen para quizá legitimar el control patriarcal sobre el cuerpo de la mujer.

Virgen, en las religiones clásicas, era ‘parthenos’, y no tenía nada que ver con si se había tenido sexo o no, sino que era una mujer soltera, dueña de si misma y completa en si misma. La Virgen católica, aunque es completa en si misma y tuvo a Jesús sin padre (aunque mi teoría es que el ‘angel’ que la anunció era un ser de otro planeta que la preñó artificialmente, pero eso es un tema aparte), se le acentúa su pureza, se la llama la Inmaculada, siempre refiriéndose no solo a su carácter y virtud, sino a su carencia de sexualidad, como si la sexualidad fuera sucia. Lo cierto es que la Biblia dice que ella tenía su esposo y sus hijos…

En todo caso, me parece interesante que haya una tradición de culto a la Diosa, o el aspecto maternal de Dios que, a causa de las exigencias del patriarcado y por razones políticas, se ha arrojado al margen de la tradición judeocristiana, pero cuyas raíces, y el perfil general de esta persona divina, son discernibles en las Escrituras, y que evolucionó desde Asherah en el paganismo, la Sabiduría, y finalmente Espíritu Santo y la Shekhinah, para luego ser transmutada en la psiquis colectiva y sublimada en la forma de la Virgen, una Diosa incompleta porque no forma parte de la Trinidad como el Espíritu Santo (Diosa silenciada) y por lo tanto es solo una santa.

Cabe, sin embargo, conceder que María la madre de Jesús resonaba con la Diosa bíblica antigua en la memoria colectiva por su nombre, que en latín estaba asociado con el mar (mar-ía, Señora del Mar), y recuerden que Asherah es la diosa del mar, donde se originó la vida, la Magna Mater de las ‘aguas primales’ del Génesis.

Parecería frívolo a algunas personas que importe que se le llame Diosa o Espíritu Santo, o que se le personifique como Sabiduría, o se reconozca su género, pero por razones políticas muy importantes y poderosas vale la pena reclamar la importancia de esta persona divina. Además, muchas teólogas afirman que la Sabiduría Divina calma un sed en ellas, por ser mujeres, y que un Dios varón, con metáforas, imaginería y lenguage exclusivamente masculinas, no llena la misma sed espiritual que la Diosa Madre. Quizá sea ya tiempo de tener un balance y mencionar y reconocer a ambas personas divinas dentro de la Trinidad cristiana y la tradición bíblica.

Saadaya

http://www.angelfire.com/journal/saadaya/Diosa.html

Nota: No comparto casi ninguno de los pensamientos de Saadaya, sin embargo este artículo me parece muy interesante y creíble, por lo demas, NO HAY que temer a la VERDAD.

Jobo Davi